El pais de los maniatados.

Foto caricatura dibujada por Sebastián Rojas. Caricatura de candidatos a la presidencia de colombia.

Colombia es una nación soberana, un estado social de derecho como lo resalta el artículo 1 de la Constitución Política, dicho estado busca satisfacer las necesidades básicas y esenciales de los pobladores: salud, asistencia sanitaria, educación, vivienda, etc. Sin embargo, la nación afronta una crisis social bastante grande que va desde muertes de infantes en la guajira por desnutrición, hasta destrucción de bosques en la Amazonía por expansión multinacional en nuestro país, desde casas de pique en Buenaventura fundadas por paramilitares, hasta auge de micro-tráfico en Cúcuta por las Bacrim. Tal parece que este artículo tan pequeño pero esencial se está quedando en el papel, atrapado por cientos de hojas que componen el libro más importante de la ley Colombiana, solo porque no existe un gobierno capaz de garantizar las condiciones de vida dignas que necesitan los colombianos

La Presidencia de la República es un cargo plenamente esencial para la nación, pues según el “ARTÍCULO 188 El Presidente de la República simboliza la unidad nacional y al jurar el cumplimiento de la Constitución y de las leyes, se obliga a garantizar los derechos y libertades de todos los colombianos” (banrepcultural.org)

El pasado 25 de mayo se buscó elegir un personaje capaz de ocupar este cargo, sin embargo los sufragios no arrojaron resultados suficientes para poder lograrlo, por este motivo, los candidatos con mayor votación deberán enfrentarse en una segunda vuelta. Los aspirantes al cargo son Oscar Iván Zuluaga (29.25%  de votos totales el 25 de mayo) y Juan Manuel Santos (25.69% de votos totales el 25 de mayo)

Tener un presidente realmente valioso es tan difícil como frenar a las multinacionales que se han apoderado de los recursos de nuestra patria, tan complicado como erradicar el movimiento paramilitar que azota a la nación desde hace varias décadas. Oscar I. Zuluaga, candidato por el partido “Centro Democrático” fundado por el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, es simplemente un títere derechista de las políticas Uribistas que han derramado tanta sangre inocente. Juan M. Santos, candidato por la “Unidad nacional” siguió esta misma línea, pero hoy día es el principal enemigo del ex presidente; curiosamente no se puede olvidar las miles de apariciones públicas del señor Santos, alagando al hoy Senador de la República Álvaro Uribe.

Una de las principales decisiones objeto de debate entre el “Centro” y la “Unidad” encabezadas por estos caballeros, es el proceso de paz que se lleca a cabo en la Habana, Cuba. Los “Uribistas” dicen que dicho proceso significa entregarle al país en bandeja de plata a los integrantes de las FARC; los “Santistas” creen que el proceso es la salvación de la patria. El problema no es el debate, el verdadero problema es que dichos candidatos, están usando este hecho que ha cobrado más de 32 mil muertos, desplazamiento forzado y otros resultados devastadores, como bandera de campaña. Es realmente triste ver la publicidad televisiva cargada con mensajes atroces que buscan hacer quedar mal al contrincante. Esta campaña es la muestra clara del poco respeto que le tienen estos caballeros al pueblo colombiano.

Lo que no se puede negar es que la población civil golpeada por la guerra apoya el proceso, y los grandes taciturnos dictadores simplemente se interesan por el excesivo presupuesto que se destina a la guerra anualmente.

La pregunta del millón, o mejor dicho, del billón es ¿Se interesan realmente estos señores por Colombia? Bastaría hablar de los falsos positivos, YIDIS política, Agro Ingreso Seguro, Las Convivir, Las chuzadas del DAS, el TLC, paros agrarios deslegitimados, falta de inversión social, senadores relacionados con paramilitares, Multinacionales extranjeras, y otros miles de detallitos como las chuzadas y contrataciones de hackers que nos responden rápidamente esta pregunta. Simplemente no.

Los votantes en su mayoría no votarán por el candidato ideal, votarán por el candidato que les haga perder menos, después de todo, ninguno de los dos candidatos están a la altura del cargo presidencial. Los colombianos asistirán a los sufragios, completamente obligados, sin opciones. Dispuestos a cuatro años de lo mismo, o a ocho más de lo anterior.

Colombia necesita una salida a tantas dificultades, necesita una nueva visión, necesita la paz, lo que no necesita es una regresión al régimen paramilitar de hacer unos años, o verse obligados a salir a las calles a protestar por los tratados de libre comercio que consumen al sector de pequeños productores, necesita menos cinismo por parte de los actores políticos. Necesita más opciones. Necesita dejar de ser “El país de los maniatados”.

Por: Jonnathan Fuentes.


Haz tu página web gratis Webnode